Garantizar la precisión geométrica
Los tornos tipo suizo procesan piezas largas y delgadas con sincronización de múltiples ejes. Una inclinación del lecho de sólo 0,02 mm/m crea una “error de pendiente” a lo largo del eje Z, inclinando la herramienta con respecto a la línea central de la pieza. Esto da como resultado un estrechamiento en los diámetros exteriores y perfiles de rosca asimétricos. La reverificación y nivelación periódicas restauran la precisión geométrica general a los estándares de fábrica, garantizando dimensiones consistentes durante ejecuciones de producción prolongadas.
Prolongar la vida útil de la guía y del husillo de bolas
Cuando la máquina no está nivelada, las guías transportan cargas desiguales y las películas de lubricante se vuelven discontinuas, lo que acelera el desgaste localizado y provoca movimientos a saltos o vibraciones. Después de nivelar nuevamente con calzas o cuñas, la distribución de la carga se nivela, lo que reduce las rayaduras de la guía y la carga lateral del husillo de bolas. La vida útil suele mejorar en más del 20 %.
Suprimir el crecimiento térmico y la vibración
Un lecho inclinado provoca un flujo asimétrico de refrigerante y lubricante, generando gradientes térmicos. La expansión posterior amplifica aún más los errores geométricos. La reverificación del nivel, combinada con la compensación térmica, produce un aumento de temperatura más uniforme y reduce los desechos causados por la deriva térmica. Además, una cama nivelada eleva las frecuencias naturales, reduciendo la amplitud de vibración y mejorando el acabado de la superficie entre la mitad y un grado completo.